domingo, 3 de junio de 2012

Lamashtu

Lamashtu (conocida en Arcadia como Lamartu y Dimme en Sumeria) es la diosa babilónica de los vampiros, cuyo nombre se convirtió en sinónimo de horror en casi todos los pueblos mesopotámicos.

Lamashtu es representada como una criatura hirsuta, con cabeza de león o pájaro, dientes y orejas de burro, garras y uñas de bronce, entre otros detalles espeluznantes. Las representaciones de Lamashtu son, sin lugar a dudas, las más inquietantes de toda la mitología mesopotámica. Se la describe montando un burro infernal, amamantando a un perro y a un cerdo, mientras sostiene un par de serpientes bicéfalas.


Historia de Lamashtu:
Hace 4,000 años, en la antigua Babilonia, Lamashtu ascendió al panteón vampírico. Hija de Anu, dios del cielo, Lamashtu eligió vestirse con los atuendos más aberrantes de la naturaleza. Es la Secadora de Ríos, La que Arrasa las Cosechas, el Negro Horror de la Noche. Cuando Lamashtu necesita alimentarse golpea pleno corazón de los pueblos. Como un viento frío recorre las aldeas en busca de mujeres embarazadas. Con dedos invisibles les toca el vientre siete veces, destruyendo la vida en su refugio más sagrado.

Aguarda entonces que los llantos cesen, que los ritos funerarios se sucedan, que concluyan las exequias, para luego alimentarse de los niños en sus tumbas.

Lamashtu prefiere esta dieta abominable sobre todas sus variantes, no menos escandalosas. Si se presenta la oportunidad robará bebés de sus lechos y los envenenará con su leche ácida, envenenada, fruto infame de los ríos del averno.


Lamashtu, la más temida.
Lamashtu fue la vampiresa más temida de los días antiguos. A su lado, Lilith resulta un remedo poco confiable de las torturas del inframundo. Asesina de infantes, Lamashtu también se ceba con la carne de hombres y mujeres, provocando pesadillas terribles y enfermedades implacables. Las mujeres embarazadas solían llevar un amuleto del Pazuzu, el único ser en el universo capaz de aplacar la sed de Lamashtu.


Lamashtu y Pazuzu:
La única entidad capaz de suavizar a Lamashtu es Pazuzu, su esposo; quien curiosamente también es un demonio, y no uno más, sino el Rey de los Demonios del Viento, lo cual ubicaba a las temerosas madres en una posición un tanto incómoda ya que para evitar la ira de Lamashtu debían recurrir necesariamente a otro enviado del inframundo.

Nada se dice sobre las tácticas de Pazuzu para contrarrestar a Lamashtu. De hecho, tan intenso era el terror que provocaba esta diosa de los vampiros que jamás se ha encontrado un sólo santuario, ningún templo o evidencia edilicia del culto a Lamashtu. Existen, en cambio, unas pocas plegarias que han traspasado las barreras del tiempo, y que, por prudencia, preferimos omitir.


Etimología de Lamashtu.
Portadora de un sinnúmero de epítetos, Lamashtu fue conocida como Lamashto, Lamastu, Lamatu. Todas sus variantes babilónicas poseen las partículas: La Mas Tu, cuyo significado podría ser: Las Siete Brujas. 

  
 

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