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miércoles, 30 de mayo de 2012

La Ouija

La Ouija es un tablero en el que se hallan tallados y descritos todos los caracteres del alfabeto, los números de 0 a 9 y en un lugar dominante el Sí y el No. A esta base, le podemos añadir alguna que otra frase para que las preguntas tengan alguna respuesta más abierta.

Como guía se utiliza una tablilla acabada en punta de flecha, aunque también se ven otros objetos que, con la única condición de ser planos, sirven para señalar. Es tradicional usar un vaso como guía.

Las sesiones de Ouija se realizan habitualmente en terrenos muy serenos alrededor de una mesa y con un mínimo de cuatro partícipes.
Comúnmente se elige una habitación tranquila, no obstante, los más atrevidos prefieren trabajarla en sitios abandonados, cementerios, etc.

Hay quienes intentan depurar el ambiente quemando incienso, otros imploran la ayuda de los ángeles, también existen quienes hacen previamente una rueda de poder para cargar la estancia de energía positiva.

El contacto, tras una relajación mental de sus participantes comienza con una pregunta, habitualmente la pregunta es: ¿hay alguien ahí? y si hay respuesta comienzan las preguntas y respuestas entre los participantes y la entidad contactada.

La tablilla se moverá indicando letra a letra el contenido final del mensaje. En numerosas ocasiones es cualquiera de los participantes quien de forma voluntaria o involuntaria, consciente o inconscientemente mueve la tablilla y crea o tergiversa el mensaje, en este caso el contacto no es real.

Conviene confeccionar un diario de incidencias de nuestras sesiones de Ouija para recurrir a él en caso de duda o si contactamos con diferentes entidades.
Lo ideal y recomendado es tener siempre una persona experta en este tipo de vía de contacto.
Lo contrario puede resultar peligroso.

De todas maneras es una puerta que es muy peligrosa de abrir y que puede acarrear serios problemas mentales a quien lo realiza. Nuestro consejo es que no utilizes la ouija, pero como sabemos no haran caso les daremos unos consejos.

La Ouija (instrucciones de uso)

Mensaje  
OUIJA quiere decir:
BUENA SUERTE
cuando de juega hay que decir esto:
¿HAY ALGUIEN AHI?
QUIERES JUGAR CONMIGO?
ERES HOMBRE O MUJER?
COMO TE LLAMAS?
QUE EDAD TIENES?
DE QUE MORISTE QUE TE PASO?
QUIERES SER MI AMIGO?
PUEDO AYUDARTE EN ALGO?
TU ME PUEDES AYUDAR EN ALGO?
antes de jugar:
"este es mi tablero y mi mente domina sobre el"
"adquiero este tablero para ejercitar mi mente"
"usare este tablero con respeto, sin devocion ni dogma"
"usare este tablero con fines positivos"
"este tablero nunca sera negativo para mi"
no cruzar las piernas durante la sesion.
para empezar, el que hable dira:
"vamos a realizar una experiencia creativa y positiva"

si se quiere tambien estas palabras las pueden decir los
que esten haciendo la ouija contigo.
no preguntar si el espiritu es de naturaleza mala o buena.
no adjudicar a la presencia divina o demoniaca.
si realiza la ouija con temor y tiene miedo e mejor que
se retire para el bien de esa persona y el de los demas
ya que podria alterar mucho las cosas.
no imaginarse nada extraño durante la sesion.(nada negativo)
apuntar lo que uno va preguntando y lo que
te responde el ente. por si sucede algo inesperado (malo)
entonces tratas de contactar a una bruja o alguien que
sepa como hacer para que este ente deje de molestar.
Cuando consideres que ya has acabado con todas las preguntas
que tenías, es el momento de cerrar la sesión.
Para ello, lo que se suele hacer siempre es despedirse del
“ente” con el que hemos estado hablando y darle las gracias
por habernos contestado a nuestras preguntas.
A continuación esperas a que el indicador se dirija en la
tabla hacia la palabra “adiós” y cuando la ha marcado ya
podéis retirar el dedo del mismo.
Así que procura no levantar todos los
dedos y dejar la sesión sin despedirnos.
Para deshacerte de una Ouija.
Digamos que ya no te interesa seguir utilizando la
Ouija y quieres deshacerte de ella.
Respecto a la tabla lo mejor en estos casos es quemar
la tabla.
Si no puedes hacerlo porque es de un material que no
se quema fácilmente, busca la manera de romperla.
Si en ese caso tampoco puedes conseguirlo entonces
sumerge la tabla durante tres días en agua con sal.
Al cuarto día ya puedes tirarla a la basura.
Respecto al indicador si puedes quemarlo o romperlo
sería ideal, pero como a veces se utilizan monedas,
en ese caso, al igual que la tabla,
sumérgelo durante tres días en agua con sal
y después tíralo a la basura o sigue utilizándolo
con total tranquilidad.”
para ponerte en contacto con su porpio ser:
Para aquellos que quieran usar la Ouija como
un instrumento para ponerse en contacto con su propio ser,
no tienen más que referirse a él pidiéndole
que hable con vosotros.
Tened en cuenta que muchas veces cuando se utiliza
la Ouija en este sentido se crea una especie
de ente común o afín a todos vosotros que resulta ser
el “compendio” de toda vuestra sabiduría interna.
sanar la ouija:(por algun problema que cause)
Despues de cada invocacion con el tablero hay que encender incienso, pero que no sea de cereza.
si es cuadrado echarle una gota de agua en cada esquina del tablero, y si es redondo cuatro gotas, una al sur, otra al norte, otra al este y la ultima al oeste. y despues decir el nombre del "espiritu" y obligarle a marcharse de alli.



La palabra Ouija parece venir de una mezcla germano-francesa que nos da el propio término a definir.Oui (sí) y Ja (sí) son dos términos análogos en sus correspondientes idiomas y no es más que una rotunda afirmación, de ahí viene su nombre.
La Ouija es un tablero en el que se encuentran grabados y representados todos los caracteres del alfabeto, los números de 0 a 9 y en un lugar preferente el Si y el No. Este es el tablero básico con el que se suele practicar la Ouija en nuestra sociedad y cultura, obviamente todo está sujeto a modificaciones y otros practicantes añaden frases para acortar el tiempo de formación del mensaje y hacer la sesión más rápida.
Como guía se utiliza una tablilla (planchette) acabada en punta o flecha, una arandela o cualquier otro artefacto que pueda cumplir una función señaladora. La Ouija más popular es aquella que se practica en nuestra propia casa, dibujada sobre un papel y como planchette o tablilla se utiliza un vaso.
Son muchos los que se adentran en éste enigmático mundo de la Ouija careciendo de un mínimo de conocimientos imprescindibles que puede hacer de la sesión de Ouija un auténtico trauma para sus participantes, practicar la Ouija puede llegar a ser muy peligroso si la sesión no es orientada por un experto y conocedor en la materia que calme los ánimos y la excitación de los concurrentes.
Las sesiones de Ouija de practican normalmente en lugares muy tranquilos alrededor de una mesa y con un mínimo de cuatro participantes, lo cual no implica una norma general. Usualmente se elige una habitación tranquila, no obstante, los más osados prefieren practicarla en lugares abandonados, cementerios y otros tétricos lugares que creen ambiente.
Los participantes deben de concurrir a las sesiones de Ouija con un mínimo de seguridad y confianza, no deben acudir con miedo y tomarse la sesión como un pasatiempo más, dejarse dominar por el supuesto contacto puede traer graves consecuencias. El número aconsejable de participantes suele ser de cuatro aunque a las sesiones se puede acudir en calidad de observador para aquellos a los que la práctica de la Ouija no les resulta atractiva o no desean participar.


Hay quienes intentan purificar el ambiente quemando incienso o plantas aromáticas, otros invocan a los ángeles y santos guardianes, también existen quienes hacen previamente una rueda de poder para cargar la estancia de energía positiva que cubra el lugar de protección contra malas influencias y contactos.
El contacto, tras una relajación mental de sus participantes comienza con una pregunta, habitualmente la pregunta es: ¿hay alguien ahí? y si hay respuesta comienzan las preguntas y respuestas entre los participantes y la entidad contactada. La tablilla se moverá indicando letra a letra el contenido final del mensaje. En numerosas ocasiones es cualquiera de los participantes quien de forma voluntaria o involuntaria, consciente o inconscientemente mueve la tablilla y crea o tergiversa el mensaje, en este caso el contacto no es real.
Conviene confeccionar un diario de incidencias de nuestras sesiones de Ouija para recurrir a él en caso de duda o si contactamos con diferentes entidades. Lo ideal y recomendado es tener siempre una persona experta en este tipo de vía de contacto. Lo contrario puede resultar peligroso.


Algunas personas se refieren a la Ouija como el tablero maldito, otras hablan de fraudes, y se cuentan historias de la Ouija, buenas y malas, casi siempre con el temor como telón de fondo. Existen una gran variedad de historias relativas a la leyenda negra de la Ouija, historias que han sembrado temor y creado miedos psicológicos entre sus participantes, miedos que luego se manifiestan de la forma más insospechada.
Creer en la veracidad de los mensajes recibidos con la Ouija es una cuestión de fe ciega, cierto es que en muchas ocasiones, la entidad contactada parece conocernos bastante bien, también es posible, y sucede en muchos casos, que la entidad contactada sea en realidad uno de los participantes a la sesión.La Ouija no debe tomarse a broma aunque se asista a ella como un juego, siempre es mejor asistir mentalizados de que se trata de un juego, que con una elevada dosis de temor y miedo. En estos casos la propia sugestión hace que la ficción se convierta en dura realidad.
En las sesiones de Ouija se suele contactar con diferentes entidades, unas dicen ser espíritus desencarnados que tratan de comunicar algo a sus familiares, otras dicen ser entidades extraterrestres con claro contenido ecologista-pacificadora y en otras el contactado es una entidad de otra dimensión. No obstante, en numerosas ocasiones el contacto se debe a un fraude, es decir a que el mensaje de la supuesta entidad es en realidad el mensaje de uno de los participantes o que simplemente la sugestión del mismo hace que psicoquinéticamente se mueva la tablilla. Menos interesante es la que justifica el movimiento de la tablilla atribuyéndolos a los ángeles o a los demonios.


  • Comenzar las sesiones guiados por un conocedor de la tabla Ouija.
  • No permitir practicar a menores.
  • Utilizar un vaso de cristal antes que materiales plásticos.
  • Tranquilidad mental.
  • No dejarse llevar por los mensajes de lo que debería ser un juego.
Las fuerzas del bajo astral, las fuerzas elementales, los desencarnados o los espíritus, son entidades que moran entre los tableros de la Ouija pero quizás el verdadero peligro está dentro de nuestras propias mentes.



El "juego" de la ouija consiste en poner las manos sobre una pequeña plataforma que se desplaza lentamente sobre un tablero, movida por alguna fuerza misteriosa. El tablero está inscrito con números y las letras del alfabeto. Los jugadores esperan obtener respuesta a sus preguntas uniendo las letras sobre las que se mueva la plataforma.  La "diversión" está en la curiosidad de comunicarse con algún espíritu que supuestamente revela secretos. Cuanto más parezca "funcionar", más la ouija atrae y ata. Para algunos, esto desemboca en una obsesión.
Mucha gente se ve atraída por la posibilidad de contactar con un ser querido ya muerto, otros sólo por curiosidad y otros para pasar el rato...  La verdad es que con el tiempo la ouija va variando el destino del contactarte en función de las nuevas creencias. Por ejemplo hay quien la utiliza supuestamente para contactar con seres extraterrestres, seres de otras dimensiones, ángeles, ... En definitiva, parece que el juego del tablero hoy en día nos ofrece numerosas posibilidades.  -autor desconocido
Orígenes de la ouija
Ya Pitágoras (540 a.C.) usaba un artefacto parecido cuando se reunía en "círculos" en los que "una tabla mística que se movía con ruedas" hacia signos que el filósofo y uno de sus estudiantes interpretaban a la audiencia como revelaciones del mundo invisible.  En la China, antes del nacimiento de Confucio, se usaba algo similar, lo que parecía ser una forma "no peligrosa" de comunicarse con los espíritus de los muertos.
El mundo del ocultismo abrazó con entusiasmo a la ouija. En 1853, en Francia, el "espiritualista" M. Planchette, diseñó una ouija similar a la que hoy día es popular. Elija J. Nond, en USA, le hizo variaciones; William Fuld le compró los derechos y un año después la patentó. Finalmente, en 1966, "Parker Brothers" compró los derechos sobre el juego de la ouija y ha sido desde entonces su fabricante.  Sin embargo la ouija, en diferentes versiones, se ha popularizado tanto que se puede obtener por infinidad de medios.  
"Parker Brothers" y otros fabricantes de juegos de mesa, para aumentar el mercado, han querido enterrar la relación de la ouija con el ocultismo. A estos señores lo que les interesa es popularizar el juego para hacer dinero. Prefieren decir que los jugadores buscan su "yo" subconsciente para obtener respuestas. Según esta versión, la ouija trae a nuestra conciencia lo que está oculto en nuestro subconsciente. Como una llave para acceder a nuestro conocimiento interior. Pero eso es pura ficción para cubrir una realidad más oscura. Cuando el hombre se abre a buscar respuestas más allá de lo que se puede llegar por el uso de la razón (estudio, lógica), entra en el campo de lo sobrenatural en el que sólo hay dos caminos: Dios y el demonio. 
El mismo artículo arriba mencionado delata la verdad sobre este nefasto juego cuando dice: "En definitiva (la ouija) es una manera más de intentar acercarnos al mundo de lo oculto, en busca de información de aquello que por el momento no podremos demostrar".
Ahora existe una nueva versión de la ouija para el siglo XXI en la que se juega por medio de un ordenador (computadora). Existe una versión en la que se manipulan las respuestas del jugador sin que este lo sepa. Otras versiones dan respuestas escogidas por la computadora al azar.  
Si alguno dudase la conexión entre la ouija y el ocultismo, solo necesita hacer una búsqueda en el Internet para percatarse de la cantidad de estos grupos que la utilizan para comunicarse con espíritus. De uno de estos sitios traducimos al español: "La tabla Ouija es quizás uno de los métodos mas controversiales para comunicarse con espíritus. Sobre todo porque lo puede usar cualquiera y no requiere poderes especiales para navegar. Quizás por esto la mayoría de los psíquicos desaconsejan su uso"

 

INDICE
1. Introducción
2. Preparativos: El Ambiente
3. Los Materiales
4. Cómo iniciar la sesión
5. Desarrollo de la sesión
6. Cómo finalizar la sesión
LA OUIJA

INTRODUCCIÓN
La Ouija es una herramienta dimensional que se conoce desde tiempos inmemoriales. Lamentablemente ha sido demonizada por muchas religiones, no sin embargo sin cierta razón. Hay que tener muy presente ciertas normas básicas que aseguren una sesión "limpia".
La innata curiosidad humana nos lleva a probarlo aunque sea sólo una vez, así que hemos decidido explicar un poco su funcionamiento y lo que se debe o no debe hacer para que aquellos que no se resistan a utilizarla tengan al menos un camino más seguro por el que ir.
Para comenzar diremos que hay dos objetivos muy diferenciados para el uso del tablero parlante: uno es el contacto con espíritus del más allá, y el otro es el contacto con nuestro propio espíritu.
Personalmente nosotros recomendamos el segundo objetivo, al menos en las primeras sesiones, para asegurarte un comienzo más agradable.
Por supuesto puedes hacer como desees, pero es importante que tengas muy presente si vas a practicar el primer objetivo, que este espejo dimensional atrae aquello que más se parece a tus vibraciones espirituales, de manera que si las tienes bajas, atraerás un espíritu bajo y si las tienes altas atraerás un espíritu alto.
Y este es por lo tanto el verdadero peligro de la Ouija: el contacto con seres de bajas vibraciones, como lo que se llamó en su tiempo espíritus burlones, pequeños demonios, malos espíritus, etc. puede ser muy destructivo psicológica y espiritualmente para ti. En las sucesivas lecciones te mostraremos unos posibles pasos a seguir para protegerte de estos y otros peligros o disgustos que puedan surgir en tus sesiones con la Ouija.

PREPARATIVOS: EL AMBIENTE
Durante mucho tiempo se pensó que había que realizar una serie de rituales para conseguir que funcionara. Aquellas viejas normas estaban más bien basadas en supersticiones que en realidades prácticas. Por ello en esta lección vamos a abordar el ambiente necesario desde un punto de vista más útil.
Tradicionalmente se venía diciendo que la mejor manera de realizar una sesión con éxito era estar a oscuras con la luz de una o varias velas. Hay quien incluso pensaba que sólo se podía hacer de noche, asociando por lo tanto la oscuridad al buen funcionamiento de la Ouija.
Esto es totalmente falso, de hecho puedes hacer tu sesión en plena mañana, con mucha luz y ninguna vela. Ahora bien, es más recomendable crear un ambiente armonioso para que tus vibraciones espirituales estén lo más alto posible y atraer así a seres de luz. Así por ejemplo podrías crearlo de la siguiente manera con algunos o todos estos consejos:

Tanto si lo realizas a la luz del día como por la noche, suele ser conveniente tener al menos una vela encendida como símbolo de la claridad e iluminación espiritual, y como representación del elemento fuego o fuego transmutador y purificador. El color de la vela no es excesivamente importante, lo único procurar evitar encender una vela negra para las sesiones espirituales porque su vibración es muy baja y no favorecería en nada una sesión agradable. Si dudas entre alguna vela, lo mejor para todo este tipo de asuntos es una vela o velón blanco.
También si te sientes afín a los ángeles, puedes escoger una vela del color del ángel que quieres que proteja la sesión. Resulta también muy útil encender incienso. Especialmente aquellos aromas que nos trasladen mejor a un mundo mágico, exótico, etc. Por ejemplo puedes utilizar el sándalo, maderas indias, incienso religioso, etc. El incienso es un gran purificador de ambientes, de manera que eliminará las malas vibraciones de la habitación donde esté. Además representarás así al elemento aire. Puedes poner también alguna música agradable, preferentemente new age o clásica. Busca algo que relaje tu mente y te ayude a tener pensamientos positivos.

Eso sí, procura que el volumen no sea demasiado alto, recuerda que es música ambiental.
Es interesante también situar cerca de la tabla un vaso con agua, que actuará de "limpiador espiritual" absorbiendo toda la carga negativa que pueda provenir de ella. Así tendrás además representado el elemento agua.
Si te hace sentir más tranquilo y relajado, o tener más confianza en que todo saldrá fenomenal, también puedes situar cerca de la tabla alguna imagen de un ser de luz que te atraiga mucho o de quien seas devoto/a. Puedes poner por ejemplo, algún santo, a Jesús, algún maestro ascendido, a Buda, un Dios de tu religión, un ángel ... Si te gusta representar todos los elementos para energetizar la sesión puedes utilizar para la tierra alguna piedra positiva, especialmente puedes escoger algún cuarzo como la amatista, el cuarzo rosa o el cuarzo transparente, y situarlos cerca de la tabla o apuntando hacia ella.
Tradicionalmente se sabe que los días de luna llena son especialmente energéticos, de manera que las sesiones que se realizan en estas condiciones pueden resultar muy fructíferas.
Como puedes observar lo que se busca con todos estos consejos es procurar elevar las vibraciones de todos los elementos que intervienen en el proceso. Ahora bien, si hay un elemento fundamental en ello serán los integrantes de la sesión. Todos deberéis estar positivos y muy relajados, pues el miedo es el "destroza" vibraciones. Nunca empieces una sesión con miedo.

LOS MATERIALES
Es hora de hablar de lo que se necesita para realizar una buena sesión de Ouija. Obviamente es necesario un tablero parlante, que incluso puedes hacerte tu mismo en una simple hoja, pero antes de hablar de ello, comentaremos también otros elementos muy útiles.
Por ejemplo es bueno tener cerca lápiz y papel donde apuntar las preguntas y las respuestas que se vayan obteniendo durante la sesión, para poder analizarlas después o durante varios días sin que se nos olvide lo que se nos dijo.
Por ello, siempre puede ser interesante que uno de los participantes de la sesión quede encargado de realizar estas tareas de escribir todo lo que se dice.
De todas formas también es sustituible por una grabadora, en cuyo caso habrá que estar al tanto de cambiar la cinta y esas cosas. Además generalmente si usas grabadora después de la sesión se suele transcribir en una hoja lo que se ha dicho para que sea la información de más fácil acceso.
En la hoja o en las cintas conviene que escribas el día en el que has realizado la sesión, la hora y el lugar; quienes han estado presentes, si ha sido fácil conectar o no, ... Es decir, que realices un pequeño informe de lo sucedido ya que si vas a realizar varias sesiones te será muy útil poder echar mano de los informes para atestiguar aciertos o contradicciones.
Por otro lado hay que decir que no es recomendable hacerlo uno solo por varias razones, entre ellas que una persona sola es muy sugestionable y luego podrías no creerte lo que ha sucedido, dudar demasiado, etc.
Así que lo mejor es que como mínimo participen dos personas, además así es mucho más gratificante ya que después podéis comentar lo sucedido, debatir vuestras ideas y por lo tanto le sacarás mucho más partido a la información obtenida.
¡Y por supuesto lo más necesario es una tabla Ouija y un indicador! Las tablas Ouija existen ya prefabricadas en el mercado con diversos tipos de diseños y estilos para todos los gustos.
La mayoría de las tablas Ouija prefabricadas ya vienen con su indicador de manera que no tienes problema con ello. Pero hay quien no se puede permitir comprar una tabla prefabricada o simplemente no tiene ganas de gastarse el dinero en ella, aunque si se va a utilizar mucho, sería lo mejor. Por ello la puedes fabricar tu mismo en tu casa con una simple cartulina gruesa, a ser posible de color blanco, por esto de que las vibraciones de ese color son muy altas.

La verdad es que el tamaño de la cartulina dependerá de lo complicada que quieras que sea tu tabla particular, pero recuerda que debe tener algunas cosas básicas como:

Las palabras hola y adiós
Las palabras si, no y quizás
El abecedario
El sistema numeral del 0 al 9

A partir de aquí puedes personalizarla con toda la información a mayores que quieras como los cuatro puntos cardinales, símbolos religiosos, palabras ya preparadas como bien o mal, los cuatro elementos, etc... todo aquello que signifique para ti algo determinado puede ser útil de dibujar en tu tabla.
Para dibujarlo, puedes hacerlo en forma de arco o en forma circular, dependiendo de cómo te sea más fácil y cómodo.
Y como indicador lo más común en estos casos es utilizar o una moneda o un vaso, siendo mucho mejor el vaso porque deja ver lo que se señale con mayor claridad. Si escoges un vaso, procura que no sea ni muy grande ni muy pequeño midiéndolo en función de la cantidad de gente que vaya a participar en la sesión. A veces uno de los problemas de las ouijas caseras es que el vaso no resbala bien sobre la cartulina que has dibujado, por ello hay quien plastifica su tabla y se evita así los problemas.
¡Un consejo! Si te vas a crear tu propia tabla para uso frecuente te recomendamos que sea lo más creativa posible, con diversos colores, dibujos, ... etc. Que sea una tabla que te agrade a la vista, así que tómate tiempo para ello. Algo que a estas alturas conviene desmitificar es la necesidad de consagrar o bendecir la tabla. Hoy en día ya no se ve tan necesario, porque se entiende que la tabla es una herramienta y no tiene poder ninguno.
De todas maneras si te sientes más tranquilo, no hay problema por que la bendigas, consagres a algún ser de luz, o reces una oración. Recuerda que si creas un ambiente como el que te hemos recomendado parte del trabajo ya lo tendrás hecho.
Aunque no es imprescindible, para guardar la tabla podrías utilizar una tela de seda o algodón blanco, que impide el roce de energías negativas.

CÓMO INICIAR LA SESION
Quizá una de las partes más importantes de una buena sesión de Ouija es la forma de comenzar esa sesión. De hecho el inicio condicionará totalmente lo que vamos a obtener, por eso se suele hacer mucho hincapié en que se tenga un poco de higiene energética. La Ouija se puede hacer con dos objetivos: probar a ver "que sale" o ir a tiro fijo preguntando por alguien en concreto.
Así que es importante tener muy claro cuál es el objetivo de la sesión. Lo primero a tener en cuenta una vez que ya está el ambiente y los materiales preparados, es que al menos se deben realizar las sesiones con dos personas (así será más fiable).
En principio no hay límite de individuos, mientras que entre todos se pueda poner la mano en el indicador sin problemas. En algunos casos en los que hay mucha gente, o sólo algún curioso, no hay problema porque haya individuos mirando sin participar directamente, de hecho suele ser lo más normal por ejemplo en aquellas personas a las que se les ha encargado apuntar lo que se va diciendo.
Una vez aclarado esto es el momento de encender las velas y el incienso, si has decidido ponerlos.
La forma más típica y eficaz de iniciar una buena sesión es la de "La burbuja dorada".
Esta es una conocida visualización que se sabe que funciona perfectamente para alejar a los malos espíritus ya desde el principio y por lo tanto asegurarse así una buena vibración y como consecuencia una buena sesión.

Esto es lo que hay que hacer:
Todos los que asisten a la sesión, tanto los no participantes como los participantes, deben cogerse de las manos y formar un círculo en torno a la tabla.
Después se cierran los ojos y se respira profundamente tres veces.
Se comienza a visualizar una burbuja de luz dorada que sale del indicador de la Ouija, y se va visualizando cómo esa burbuja se va haciendo cada vez más y más grande, acogiendo en su interior primero la tabla, posteriormente a todos los integrantes de la sesión, y finalmente a toda la habitación donde se realiza.
Ahora ya estamos perfectamente preparados para comenzar.

Lo primero que se suele hacer es que todo el mundo ponga su dedo índice en el indicador.
Una vez hecho esto se comienzan con las preguntas que variarán en función del objetivo, es decir; si por ejemplo buscamos intentar conectar con alguien en concreto comenzaremos llamándole por su nombre y pidiéndole que se presente, por contra, si no tenemos un objetivo concreto simplemente se puede realizar la pregunta universal de "¿Hay alguien ahí?" y esperar a que aparezca una respuesta.
Para aquellos que quieran usar la Ouija como un instrumento para ponerse en contacto con su propio ser, no tienen más que referirse a él pidiéndole que hable con vosotros. Tened en cuenta que muchas veces cuando se utiliza la Ouija en este sentido se crea una especie de ente común o afín a todos vosotros que resulta ser el "compendio" de toda vuestra sabiduría interna.
Y es así como ya nos hemos asegurado una buena sesión Ouija.

DESARROLLO DE LA SESION
Una vez que ya habéis comenzado correctamente la sesión, todo dependerá del objetivo que os hayáis marcado para la misma.
Iréis haciendo una pregunta tras otra sin miedo.
Se recomienda preguntar todo aquello que quede confuso, aunque las preguntas se salgan un poco de lo que os habéis marcado.
Pues muchas veces los objetivos van cambiando a medida que se desarrolla la sesión y las respuestas van siendo de algún tipo diferente al que esperábamos o el "ente" con el que estemos hablando, prefiera decirnos otras cosas.

Ahora vamos a darte algunos consejos que te pueden ayudar:
- Lo más importante es que durante la sesión ningún sentimiento negativo se apodere de ti.
Por ejemplo, evita totalmente tener miedo te digan lo que te digan, y tampoco debes enfadarte aunque no te guste lo que veas.
- No obligues a nadie a realizar alguna pregunta que tu quieras.
El desarrollo de la sesión debe estar totalmente consensuado.
- No obligues a ningún "ente" a que te responda algo que deseas.
Suele pasar que a veces algunos espíritus de alta vibración no desean responderte a alguna de tus preguntas por alguna razón que desconoces así que no te preocupes por ello y pasa a otras cosas.
Especialmente sucede cuando realizamos Ouija como consulta espiritual. - No conviertas en una obsesión lo que se te diga a través del tablero. Por nada del mundo pierdas el rumbo de tu vida por algo que te hayan dicho o hablado. Recuerda que la Ouija es un método de consulta que en ningún caso debe condicionar tu vida, sólo es un posible aporte.
Tu siempre tienes la última palabra. No te creas demasiado aquellos mensajes en los que se dice que eres una encarnación de alguien importante, alguien que va a salvar al mundo, etc... Al menos no te las creas al pie de la letra. Suelen ser utilizadas por seres que buscan tu atención por algún motivo, así que la parte importante del mensaje no es esa.

Recuerda que a veces para llegar a nosotros es más fácil adularnos un poco. En el caso de que por la razón que sea no hubieras comenzado la sesión correctamente, este tipo de frases pueden venir de un "ente" no recomendable. - Ante todo respeta a todos los integrantes de la sesión incluido el "ente", y no permitas que nadie deje de respetarte a ti.
Mensajes tipo "Tienes que hacer esto", "Te obligo a realizar tal cosa", etc. provenientes de la tabla no son una buena cosa.
Los espíritus elevados, nunca obligan a nadie a realizar nada, simplemente te aconsejan cosas que puedes hacer.
Así que jamás verás palabras imperativas en ellos. - Si alguno de los participantes comienza a estar muy cansado se debe cortar inmediatamente, al igual de si alguno comienza a sentirse mareado, enfermo, etc... A veces podemos sentirnos un poco mareados si hemos conectado con un ser de una vibración mucho mayor a la nuestra, pero cuando el mareo se convierta en un malestar continuado o agudo se debe dejar inmediatamente.
- A veces es bueno dar las gracias a quien nos esté dando un buen consejo. Procura que no se vuelva un vicio, pues el tablero tiene la "capacidad" de convertirse en algo necesario en tu vida.
Así que no te habitúes a utilizarlo continuamente, al menos durante grandes períodos de tiempo.
Por lo demás disfruta de la sesión y recuerda que es muy recomendable que vayas apuntando todo lo que vaya surgiendo.

COMO FINALIZAR LA SESION
Este es otro de los puntos claves de una sesión Ouija, pues mucha gente no sabe exactamente qué debe hacer para terminar. Cuando consideres que ya has acabado con todas las preguntas que tenías, es el momento de cerrar la sesión.
Para ello, lo que se suele hacer siempre es despedirse del "ente" con el que hemos estado hablando y darle las gracias por habernos contestado a nuestras preguntas. A continuación esperas a que el indicador se dirija en la tabla hacia la palabra "adiós" y cuando la ha marcado ya podéis retirar el dedo del mismo.
Esta fase, aunque sencilla, conviene realizarla siempre para que en caso de haber llamado a algún ente del más allá sepa que ha llegado el momento de terminar y volver a donde estaba, de manera que no quede "pululando" por la casa esperando terminar una sesión de Ouija que a lo mejor terminó hace meses.
Con la palabra "adiós" dejáis muy claro que todo se acabó y de esta manera todo volverá a su lugar adecuado.
Así que procurad no levantar todos los dedos y dejar la sesión sin despediros. Además, ya de por sí, es algo de mala educación ¿no? y si queréis volver a hablar con un mismo ente, será mejor ser educado.
Una vez hecho esto cerráis la burbuja que formasteis al inicio de la sesión, uniendo vuestras manos, dando gracias a vuestros protectores y si queréis, podéis incluir alguna oración.
Qué hacer con la Ouija y dónde guardarla.
En general hay que decir que la Ouija y su indicador los puedes guardar donde quieras, eso sí, sería bueno que lo alejaras de los niños para que no jueguen con él. Si no habéis tenido ningún problema con los "entes" con los que habéis hablado hasta el momento con esa Ouija, no debes preocuparte por nada.
Puedes seguir utilizándola con total tranquilidad.
Sin embargo, sean por los motivos que sean, si has tenido algún problema porque os ha venido un "ente" no deseado, seres inferiores que os estaban robando energía, o lo que sea; antes de volver a utilizar la tabla y el indicador deberás limpiarlos energéticamente. Para ello te recomendamos que utilices el humo de varias barritas de incienso, y si el indicador es de cristal, puedes sumergirlo durante tres días en agua con sal.

Después tu tabla e indicador ya estarán preparados para volver a ser usados, procurando realizar una buena sesión Ouija con los consejos que te hemos ido dando.
Para deshacerte de una Ouija.
Digamos que ya no te interesa seguir utilizando la Ouija y quieres deshacerte de ella. Respecto a la tabla lo mejor en estos casos es quemar la tabla.
Si no puedes hacerlo porque es de un material que no se quema fácilmente, busca la manera de romperla.
Si en ese caso tampoco puedes conseguirlo entonces sumerge la tabla durante tres días en agua con sal.
Al cuarto día ya puedes tirarla a la basura.
Respecto al indicador si puedes quemarlo o romperlo sería ideal, pero como a veces se utilizan monedas, en ese caso, al igual que la tabla, sumérgelo durante tres días en agua con sal y después tíralo a la basura o sigue utilizándolo con total tranquilidad. 


martes, 31 de enero de 2012

LA RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS

Las pretensiones de los amigos de la ciencia esotérica de que Paracelso produjo
químicamente homúnculos por medio de ciertas combinaciones alquímicas
desconocidas aún, son, como es natural, calificadas de patrañas. Pero si Paracelso
no hizo homúnculos, otros adeptos de la Magia, sí que los desarrollaron no hace
todavía un milenio, y por la misma ley por medio de la cual el biólogo llama a la vida a
sus animáculos, o como el famoso caballero inglés Andrew Crosse de Somersetshire
produjo colonias enteras de ácaros… cosa que le valió la consiguiente persecución
como impío… ¿Quién –dice Bain –es capaz de poner límites a las ocultas posibilidades
de la vida?
Numerosísimos son los misterios de las regiones inexploradas de la Naturaleza, y aun
aquellos fenómenos que se tienen por conocidos, tienen siempre una oculta facies que
se desconoce todavía, porque no hay un solo mineral, una planta sola que haya revelado
la última de sus propiedades a los sabios. ¿Qué es, en efecto, lo que saben los
naturalistas acerca de la naturaleza íntima de los reinos de la Naturaleza? ¿Cómo
pueden estar seguros ellos de que, por cada una de las propiedades, descubiertas, no
existan cien otras ocultas en la naturaleza interna e inexplorada de la planta o de la
piedra? Siempre que Plinio, el naturalista, Eliano y hasta Diodoro Sículo, atribuyen a
alguna planta o mineral una virtud oculta desconocida de nuestros botánicos y físicos,
procurando con laudable perseverancia desembarazar la verdad histórica de las
exageraciones y fábulas que la ocultan, sus afirmaciones son rechazadas de plano como
absurdas.
Desde tiempo inmemorial ha sido objeto de las especulaciones científicas el averiguar
la verdadera naturaleza del llamado principio vital. La ciencia exacta conoce solamente
cinco poderes de la naturaleza; el cabalista conoce siete, y en estos dos adicionales e
ignotos se encierra todo el misterio de la vida. Uno de éstos es el espíritu inmortal,
cuyo reflejo está unido de un modo invisible hasta con la materia inorgánica. En cuanto
al otro, dejaremos a cada cual que la descubra por sí mismo. El profesor José De
Compte en su Correlación de la fuerza vital con las fuerzas físicas y químicas, se
pregunta cuál sea la nota diferencia¡ entre el organismo vivo y el muerto,
contestándose: “¡Ninguna! Todas las fuerzas químicas y físicas, sacadas del depósito
común de la Naturaleza y encerradas en el organismo viviente, parecen existir todavía
en el muerto, aunque ellas van desapareciendo a medida que avanza la descomposición.
Y, sin embargo, ¿cuál es la índole de esta diferencia, expresada en fórmulas de la ciencia
positiva? ¿Qué es aquello que se ha ido y dónde es donde se ha ido ello? Hay algo aquí,
en efecto, que la ciencia no ha podido todavía comprender, y la pérdida de este algo es precisamente lo que acaece en el momento de la muerte y lo que constituye, en su más
elevado sentido la fuerza vital”.
Por imposible que parezca a la ciencia el encontrar y explicar la Vida, tal misterio es un
misterio a medias, no solamente para los grandes adeptos y videntes, sino hasta para
los creyentes sinceros en un mundo espiritual…, infalible intuición con la cual nada
tiene que ver la razón fría. Por más que se contradigan entre sí los dogmas erróneos
inventados por el hombre, la verdad permanece una, y no existe religión alguna, sea
cristiana o pagana, que no esté firmemente asentada sobre la roca de los siglos: Dios y
el Espíritu inmortal del hombre.
Todo animal está más o menos dotado de la facultad de percibir, sino los espíritus, por
lo menos algo que por ahora es. invisible para la generalidad de los hombres y que
únicamente puede ser vista por una clarividente. Hemos hecho centenares de
experimentos con gatos, perros, monos, y una vez con un tigre domesticado. El espejo
redondo, conocido por el “cristal mágico” fue fuertemente mesmerizado por un señor
hindú que antes habitaba en Dindigul y que hoy reside apartado en su retiro de los
Gates Occidentales. Dicho señor, a la manera de los antiguos marsos y psilas,
encantadores de serpientes, tenía domesticado un tigre de Malabar. El animal se
hallaba como sumido en una modorra crónica. Inofensivo y manso como un perro, los
niños hacían con él toda clase de travesuras, pero cada vez que se le obligaba a mirar en
el “espejo mágico”, el pobre bicho entraba en un estado de extraordinaria excitación.
Sus ojos expresaban entonces el más vivo terror humano. Incapaz de poder apartar la
vista del espejo y fascinado, temblaba ante la vista de algo desconocido para nosotros, y
cuando se le retiraba éste, quedaba aturdido y postrado durante unas horas. ¿Qué
imagen fantástica de su propio mundo animal e invisible podía ver en el espejo, para
sentir tamaños terrores? Nadie puede decirlo, excepto quizá aquel ser que producía la
escena.
El mismo efecto observé también con un sirio, semicristiano y semigentil de
Kumankulam, reputado como hechicero.
Estábamos reunidos siete hombres y dos mujeres, una de éstas natural del país. Cerca
de nosotros estaba un cachorro de tigre entretenido con un hueso, y un wanderoo o
mono–león, personificación de la malicia, con su negro pelaje, sus patillas y perilla
blanca como la nieve y sus ojuelos chispeantes y ladinos. Había, por último, una
hermosa y dorada oropéndola atusándose su cola con el pico en forma de percha, junto
a la ventana. En la India, tales sesiones, que podríamos llamar “espiritistas”, no precisan
realizarse a obscuras, como entre los europeos, ni otra cosa que un silencio perfecto y
una buena armonía entre los circunstantes. La luz penetraba a torrentes por las puertas
y ventanas abiertas, mientras que un lejano murmullo de vida procedente de la selva
vecina, nos enviaba los ecos de miríadas de insectos, pájaros y cuadrúpedos. Rodeadas
todas las fachadas por un hermoso jardín, veíamos afuera los rojos racimos de la eritrina
o árbol del coral; respirábamos la fragancia de árboles y arbustos y de las flores de las
begonias cuyos blancos pétalos vibraban acariciados por una suave brisa. En una
palabra, estábamos rodeados de luz, de armonía y de perfumes, y la amplia estancia aquella estaba llena de diversas flores y arbustos de los consagrados a los dioses del
país, sin faltar por supuesto, la suave albahaca, la flor de Vishnú sin la cual no puede
celebrarse en Bengala ninguna ceremonia de culto, y las ramas de la Ficus religiosa, árbol
dedicado a la misma resplandeciente deidad y entre cuyas hojas se veían mezcladas las
sonrosadas flores del loto y de la tuberosa.
Mientras un faquir, verdaderamente santo, pero muy sucio, permanecía sumido en sus
contemplaciones y se operaban en su torno diversas maravillas bajo la dirección de su
voluntad, el mono y el pájaro estaban tan tranquilos. So1o el tigre temblaba
visiblemente y miraba con recelo entorno de la estancia, como si sus verdes ojos
fosfóricos siguiesen a algún ser invisible que discurriese por ésta. Pronto el mono quedó
también acurrucado e inmóvil, perdida su habitual vivacidad, y al caer junto a él una flor
azulada de las varias que flotaban por el aire como movidas por manos invisibles,
experimentó tal sobresalto nervioso que fue a refugiarse bajo el traje de su amo. Se oía
aquí y allí un como ruido de alas invisibles y caían en torno nuestro flores arrojadas por
alguien a quien no veíamos. Finalmente, como alguien se quejase de calor, fuimos bien
pronto obsequiados también con un finísimo y perfumado rocío refrescante que al caer
sobre nosotros nos producía una sensación de felicidad inexplicable.
Cuando el faquir hubo terminado su exhibición de magia blanca, el brujo o conjurador
se preparó a su vez para operar una de esas series de maravillas que las relaciones de los
viajeros han hecho familiares al público, mostrando, entre otras cosas, el hecho de que
los animales poseen naturalmente la clarividencia y hasta la facultad de distinguir los
buenos espíritus de los malos. Todos los actos del hechicero fueron precedidos por
fumigaciones de substancias resinosas, mientras que el tigre, el mono y el pájaro daban
muestras de un terror indescriptible…
Hechos como el referido no son nada en comparación de los que los juglares de
profesión ejercitan. Ibn Batuta, el gran viajero árabe, cuenta lo siguiente: “Asistiendo a
una gran fiesta dada en la corte del virrey de Khansa, éste hizo venir a un juglar el cual
invitado a realizar alguna de sus maravillas cogió una bola de madera agujereada de la
que pendían largas correa s y que fue lanzada por el juglar al espacio, subiendo tan alta
que la perdimos de vista igualmente que a la correa salvo su parte inferior que quedó en
manos del encantador. Seguidamente éste ordenó a uno de los chicos que le ayudaban
que trepase correa arriba, como lo realizó hasta que le perdimos de vista también.
Momentos después, le llamó el hechicero por tres veces al muchacho, y como no
recibiese de él respuesta, se mostró iracundo; empuño su cuchillo y desapareció del
mismo modo trepando por la correa. Al poco rato empezamos aterrorizados a ver caer
despedazados y uno a uno los miembros del muchacho y, en fin, su ensangrentada
cabeza. El juglar descendió detrás enardecido y jadeante, con sus vestidos
ensangrentados, se prosternó después ante el emir. Éste pareció como darle órdenes,
por virtud de los cuales, sin duda, el hechicero empezó, a recoger y a ajustar unos
miembros con otros. Dió después una patada en el suelo, y al punto se enderezó sano y
bueno el chiquillo… Wallah, le dijo el jaique que estaba a mi lado. Aquí no ha pasado nada realmente: ¡todo ha sido una mera farsa!”
¿Y quién duda de que todo aquello era una efectiva farsa; una ilusión o maya como
dicen los hindúes? Pero cuando puede obligarse a que un corro de diez mil personas,
sufran a un tiempo semejante ilusión colectiva durante el público espectáculo, los
medios por los cuales puede determinarse en aquéllos ilusión tan asombrosa bien
merecen llamar la atención de la ciencia. Cuando por medio de una magia tal un
hombre que está en presencia vuestra, en una habitación cuyas puertas habéis cerrado y
cuyas llaves tenéis en la mano, desaparece súbitamente cual relámpago y sin verle por
parte alguna, oís su voz proviniendo de diversos sitios del aposento y que se ríe de
vuestra perplejidad, seguramente que un arte tal no es indigno del estudio de físicos
tan escépticos como Carpenter o Huxley.
Lo que el moro Ibu Batuta vio en China allá por el año de 1348, lo vio igualmente en
Batavia hacia 1670 el viajero anglo–holandés Eduardo Melton, según relata en su
EngeIsh Edelmans Zeldzaame en Geden Kwaardige Zee en Land Reizen, etc. (Amsterdam,
1702). También se consignan hechos análogos en las célebres Memorias del emperador
Jahangire, páginas 99 y 102…
El encantador Chibh Chondor, del que antes hablamos, después de una famosa sesión
de la que sugestionó a varias cobras venenosas, terminó su sesión haciendo pasmosos
experimentos sobre objetos inanimados. Con unos simples pases que hizo con las
manos en dirección del objeto sobre el que quería actuar, y, sin moverse de su sitio,
apagaba o disminuía el brillo de las luces más apartadas de la habitación; hacía que
bailasen los muebles, incluso los mismos divanes en los que estábamos sentados, abría y
cerraba a distancia las puertas… Viendo de repente que un hindú estaba sacando agua
del pozo del jardín, dió un pase en aquella dirección y la cuerda se detuvo súbitamente
en su descenso resistiendo cuantos esfuerzos realizara en contrario el asombrado
jardinero. Dió otro pase al punto el encantador y la cuerda tornó a bajar. Entonces le
pregunté a ChibhChondor:
–¿Empleáis iguales medios con los objetos inanimados que con los seres vivientes?
–Yo no tengo más que un medio –me contestó –que es la voluntad. El hombre es una
síntesis suprema de todas las fuerzas. materiales e intelectuales y debe dominarlas
todas. Un brahmán no podría deciros más que esto…
Desechando toda idea de milagro ante semejantes fenómenos, quisiéramos ahora
preguntar: ¿qué objeción lógica puede aducirse contra la pretensión de que muchos
taumaturgos han logrado hasta la reanimación de los muertos? Los faquires llegan, en
efecto, aun a decir que es tan extraordinariamente poderosa la fuerza de voluntad del
hombre, que puede reanimar a un cuerpo aparentemente muerto, obligando a
retroceder en su camino al alma fugitiva que aún no ha roto por completo el hilo que
durante la vida la ha mantenido unida con su cuerpo. Docenas de tales faquires han
permitido el ser enterrados vivos ante millares de testigos, resucitando algunas
semanas después. Y si los faquires poseen el secreto de semejante proceso artificial,
idéntico o análogo al de la hibernación de ciertos animales, ¿por qué no conceder que
sus antecesores, los gimnosofistas y el mismo Apolonio de Tyana, que con ellos había
estudiado en la India, e igualmente Jesús y otros profetas e iluminados todos los cuales
sabían acerca de los misterios de la vida y de la muerte mucho más que cualquiera de
nuestros hombres de ciencia, no podían, corno se cuenta, haber resucitado a personas
muertas recientemente? Familiarizados completamente con semejante poder, con
aquel algo misterioso que el profesor Le Conte confiesa que la ciencia aún no ha podido
comprender, Eliseo, Jesús, Pablo y Apolonio, ascetas entusiastas e iniciados sabios bien
pudieron, como se dice, hacer volver a la vida y sin milagro a cualquier hombre que “no
estuviese muerto, sino durmiendo”, al tenor de la propia frase de Jesús consignada en el
Evangelio.
Si las moléculas de un cadáver están impregnadas de las fuerzas físico–químicas del
organismo viviente como dice el Manual de Fisiologia, de J. Hughes Bennet, nada impide
el que puedan ser puestas de nuevo en movimiento desde el instante en que logremos
conocer la naturaleza de la fuerza vital y la manera de dominarla. Para el materialista no
habrá siquiera que hablar de la reinfusión del alma, por lo mismo que ésta no existe y
que el cuerpo es al modo de una máquina vital, una locomotora, que se pondrá en
movimiento en cuanto se le aplique fuerza y que se detendrá cuando la fuerza falte.
Para el teólogo el caso presenta mayores dificultades, porque en su opinión la muerte
rompe el lazo que unía al cuerpo con el alma y ésta no puede ser devuelta a aquél sino
mediante un milagro, del mismo modo que el recién nacido no puede ser obligado a
reanudar la vida fetal después del parto y una vez cortado el cordón umbilical que le
ligaba con la madre. Pero el filósofo hermético, manteniéndose entre estos dos
enemigos irreconciliables, se hace dueño de la situación, porque él conoce que el alma
es una forma compuesta de fluido nervioso y de éter cósmico, y sabe cómo la fuerza
vital puede, a voluntad, hacerse activa o latente en tanto que no medie la destrucción
irreparable de algún órgano necesario para la vida…
En el momento de la muerte –dice el filósofo Oetinger en sus Pensamientos acerca del
nacimiento y generación de los seres –un cuerpo, el físico, exuda al otro, el doble astral,
por una especie de fenómeno de ósmosis y a través del cerebro. Luego este último
doble queda cerca de su antigua vestidura carnal, ligado aún a ella por una doble
atracción física y espiritual, y hasta que dicho lazo se rompa, puede, en condiciones
adecuadas, retornar a su cuerpo físico, reanudando la vida interrumpida. Esto y no otra
cosa es lo que realizamos a diario durante el sueño; más completamente durante el
éxtasis, y de un modo más sorprendente y admirable bajo el mandato y con el auxilio de
un Adepto hermético. Jámblico declara que la persona dotada de estos poderes “está
llena del espíritu de Dios”, porque semejante ser, al dominar así a todos los poderes o
espíritus de las más altas esferas, no es un mortal ya, sino un dios. Por eso San Pablo, en
su Epístola a los Corintios, dice que los espíritus de los profetas están sujetos a los
profetas.
Algunas personas tienen la facultad natural y otras la adquirida de disociar el cuerpo
interno del externo a voluntad, haciéndole emprender largos viajes y permitiéndole
aparecerse ante aquellos a quienes así visita. Numerosos son ciertamente los casos
referidos por testigos irreprochables de dobles de personas a los que han visto y con los
que han hablado a cientos de leguas del punto en que se hallaban los cuerpos físicos de
ellos. Si hemos de creer a Plinio (Historia Natural, VII, c. 52) y a Plutarco (Sobre el
daemon de Sócrates, 22), Hermotimus podía a voluntad caer en éxtasis, y entonces su
segundo cuerpo podía encaminarse a cualquier sitio, por distante que estuviese. Del
mismo modo el abate Fretheim, el famoso autor de Steganographie, en el siglo XVII,
podía conversar a distancia con sus amigos por el solo poder de su voluntad… Cordanus
podía realizar otro tanto. “Cuando lo hacía –dice el mismo (De Res, Var, V)–, sentía
como si se abriese una puerta y como si yo mismo pasase inmediatamente por ella
dejando mi cuerpo detrás de mí”. Otro tanto cuenta Nasse (Zeitschrift fir Psychische
Aerie, 1820) respecto de Wesermann.
Napier, Osborne, el mayor Lawes, Quenouillet, Nikiforovitch y muchos otros testigos
modernos acreditan cómo los faquires son capaces, mediante la preparación de una
larga dieta y reposo, de poner su cuerpo en condiciones para poder ser enterrados a seis
pies bajo tierra durante un período de tiempo poco menos que indefinido. Sir Claudio
Wade (Osborne, El campo y la corte de Randfit Singh, y Braid, On France) estaba
presente en la corte de Rundjit–Singh cuando un faquir estuvo durante seis semanas
enterrado vivo en un ataúd sepultado tres pies bajo el suelo de la habitación, la cual
estaba vigilada día y noche por cuatro centinelas. “Al volver a abrir el ataúd al cabo de
aquel tiempo –dice Sir Claudio –vimos dentro una figura metida en un saco de lino
blanco atado con un cordón a la altura de la cabeza. Despojado del saco el falso cadáver,
se procedió a rociarle con agua caliente. Las piernas y los brazos estaban encogidos y
rígidos y la cabeza caída sobre un hombro cual un verdadero muerto. El médico
comprobó que no percibía pulsación alguna ni el corazón se movía siquiera lo más
mínimo, pero que se conservaba todavía algún calor en la región cerebral, faltando ya en
las restantes partes del cuerpo. Se friccionó enérgicamente éste, se le quitaron los
tapones de cera y algodón colocados en nariz y oídos, le frotaron los párpados con
manteca clarificada y, lo que parecía más extraño, se le aplicó una hogaza caliente de
una pulgada de espesor en la coronilla. A la tercera vez que se le aplicó la torta u
hogaza, el cuerpo experimentó violentas convulsiones, se dilataron las ventanas de la
nariz, restableci6se la respiración y adquirieron su flexibilidad ordinaria las
articulaciones, pero el pulso era todavía muy débil. La lengua, untada con grasa,
comenzó a moverse y el paciente habló, reconociendo a los presentes. Conviene
advertir, que además del taponado de nariz y oídos, la lengua había sido vuelta hacia
atrás, de modo que obturase la garganta, cerrando así todo orificio de entrada al aire
atmosférico para evitar, no sólo la acción de éste sobre los tejidos orgánicos, sino
también el que en él pudiesen depositarse gérmenes de putrefacción, los cuales, al
suspenderse la vitalidad en el organismo, podrían determinar su descomposición, a la
manera que cualquier otra carne expuesta a la intemperie.”
Existen asimismo localidades en las cuales los faquires se resisten a ser enterrados
vivos, tales como en aquellas de la India meridional, que están infestadas por las
voracísimas hormigas blancas, y no hay ciertamente faquir, por muy santo que sea,
capaz de prestarse a ser así devorado antes de operarse su resurrección.
Casos como los anteriores, que podrían multiplicarse hasta lo infinito, colocan a la
ciencia ante este embarazoso dilema: o declarar farsantes a tantos testigos irrecusables
o admitir que ello cae dentro de leyes naturales aún desconocidas. Y si esto sucede con
los faquires. ¿por qué no admitir los casos evangélicos de Lázaro, del hijo de la
Shunamita o de la hija de Jairo?
Esto, por otra parte, se relaciona con el problema de la evidencia externa respecto de
la verdadera muerte. Las mejores autoridades médicas convienen en que no hay
seguridad alguna. El Dr. Todd Thomson en su Apéndice a la Ciencia Oculta, vol. 1, dice
que– ni la inmovilidad del cuerpo, ni el hundimiento de los ojos, ni la rigidez cadavérica,
ni la ausencia de respiración ni de pulso, pueden tomarse por señales inequívocas de la
completa extinción de la vida. Únicamente la descomposición total puede constituir
irrefragable prueba. Ya en su tiempo Demócrito aseguraba que no existe signo cierto
alguno acerca de la muerte real. (Cornelio Celso, libro III, c. VI) Plinio (Hist. Nat., I. VII, c.
LII) sostenía lo mismo. Asclepíades, ilustre médico, añadía que la seguridad era aún
menor tratándose dé mujeres que de hombres.
El Dr. Thomson presenta varios casos notables, tales como el de Francisco Neville,
caballero normando que murió aparentemente dos veces con grave riesgo de ser
enterrado vivo. Lady Russell estuvo así a punto de ser sepultada en vida, pero mientras
que por ella doblaban las campanas, se levantó diciendo: “–¡Ya él hora de ir a misa!”
Diemerbroese menciona el caso de un campesino que no dió la menor señal de vida
durante tres días, pero que resurgió con espanto de todos al ser descendido a la fosa. En
1836, a un respetable ciudadano de Bruselas le acaeció lo mismo, y se levantó pidiendo
café y periódicos al tiempo de ir a atornillársele la tapa del ataúd. En la Prensa diaria no
es raro también el tropezar con hechos de esta clase. En los momentos en que
escribimos esta (Abril de 1877), en una carta de Londres a The Times, de Nueva York,
leemos: “Miss Annei Goodale, la actriz, falleció hace tres semanas, pero ayer mismo no
se la había enterrado aún por estar su cuerpo aun caliente y sus facciones suaves y
movibles”.
Los cabalistas dicen que el hombre no está muerto aun después de enterrado su
cuerpo, porque si la Naturaleza en nada procede por saltos, según la sentencia
hermética, la muerte no es repentina jamás, sino siempre gradual, porque así como es
gradual el nacimiento, la muerte lo es también. Los cristianos ilustrados, al paso que
creen implícitamente en. la resurrección de la hija de Jairo y en otros milagros bíblicos,
y que, por otra parte, se indignarían de oírse llamar supersticiosos, rechazan,
despreciativos, casos corno el de Apolonio o el de Empédocles, que son idénticos.
Nuestros sabios, al menos, son más lógicos al medir a unos y otros por el mismo rasero,
desde el momento en que no tienen todavía a la existencia del alma como un hecho
científicamente demostrado por sus dos únicos medios de certeza a saber: la
observación y la experiencia, como, si, a más de éstos, no existiesen muchos otros conocidos o por conocer todavía.
Pero una vez que el alma y el espíritu se han separado por completo del cuerpo,
rompiéndose el último hilo que los une, toda resurrección es imposible. “Una hoja
después de desprendida de la rama ya no vuelve a adherirse a ella jamás”, dice Eliphas
Levi; o como dice La Science del Esprits, “La oruga se convierte en mariposa, pero la
mariposa no retorna a ser larva”.
La Naturaleza, en efecto, cierra siempre las puertas tras sí a todo lo que evoluciona
hacia adelante. Las formas, pasan; el pensamiento, permanece; lo accidental, cambia;
pero lo esencial perdura y reencarna en formas nuevas, más perfectas cada día…
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