martes, 6 de marzo de 2012

LOS GIOVANNI EN LA EDAD MEDIA


Después de la transformación de Augustus la familia Giovanni continuó con sus
actividades mercantiles y nigrománticas, tomando una serie de riesgos calculados. En el
año 1096 el Papa Urbano II convocó la Primera Cruzada para recuperar los Santos
Lugares. Las Cruzadas proporcionaron numerosas oportunidades para los Giovanni, y
gran parte de la riqueza de la familia fue adquirida durante los siglos XI, XII y XIII.
Al igual que los barcos de los Jovianos habían llevado a las tropas romanas al
norte de África, los barcos Giovanni llevaron legiones de caballeros cristianos hacia
Ultramar. Unos pocos miembros de la familia también lucharon en las batallas entre
cristianos y musulmanes. Cosimo Abruzzi, un ghoul que fue Abrazado en el campo de
batalla, cabalgó a Jerusalén junto a Balduino de Edesa, que fue coronado rey. Cosimo
(“El Fiel”) se rebeló contra Balduino durante la cruzada, sabiendo que la coronación de
Balduino convertiría a Jerusalén en un estado feudal, lo que iba contra los planes del
Arzobispo Daimberto de Pisa, que quería convertir la Ciudad Santa en un dominio
eclesiástico. Obviamente los deseos del Arzobispo Daimberto no se hicieron realidad y los
Giovanni prestaron su apoyo al perdedor, pero con el tiempo compensarían sus pérdidas.
Los Giovanni consiguieron enormes beneficios con las Cruzadas. Los ejércitos de
Tierra Santa requerían constantes suministros, muchos de los cuales fueron
proporcionados por mercaderes Giovanni , y eran transportados en barcos propiedad de
la familia, que también transportaron cruzados a Tierra Santa. Algunos miembros de la
familia incluso se dedicaron a saquear a los muertos en los campos de batalla y en sus
propios mausoleos. Cuando finalmente la era de las cruzadas terminó a principios del
siglo XIV las riquezas de los Giovanni habían aumentado entre 10 y 15 veces su valor
desde el siglo XI.
Sin embargo, lo más importante es que el apoyo de los Giovanni a las Cruzadas les
proporcionó aliados y simpatizantes en Roma y el Vaticano. Los vampiros nigromantes
no tenían un control tan directo como los Lasombra, Ventrue y Toreador infiltrados en
el clero secular, pero no obstante, su dinero les permitía ejercer cierta influencia. Con
el tiempo, el Papa llegó a bendecir a la familia Giovanni, debido a su coincidencia en
asuntos de fe y al empeño de los venecianos de mantener las ciudades italianas libres del
gobierno feudal y de poderes extranjeros. Como muestra de su poder construyeron una
enorme mansión conocida como el Mausoleo en Venecia.
Fue a partir del siglo XIV cuando la familia Giovanni quedó definida tal y como es
conocida actualmente. Con todas las riquezas obtenidas durante las Cruzadas los
nigromantes venecianos alcanzaron un grado de comodidad y poder muy superior al de
otras familias mercantes, y de hecho, al de algunos aristócratas europeos. Muy pronto
aparecieron señales de decadencia y corrupción, a medida que los Giovanni adquirían
placeres y caprichos prohibidos…
Como muchos nobles y familias destacadas, los Giovanni se volvieron muy
selectivos sobre quienes eran aceptados en la familia. En muchos casos, los primos se
casaban entre ellos para evitar que la sangre se “contaminara”. A medida que la
decadencia se extendía en la familia mantener la sangre pura se convirtió en una mera
excusa para los caprichos sexuales de los Giovanni. No todos los nigromantes
venecianos recurrieron al incesto, lo que habría supuesto a largo plazo la desaparición
de la familia. Pero muchos Giovanni satisfacían sus perversiones entre sus parientes.
Las mujeres daban a luz hijos de sus hermanos, algunos hombres engendraron nuevas
líneas familiares con sus sobrinas. Sin importar las taras físicas y sociales producidas
por las relaciones sociales los Giovanni proporcionaron una perversa posición
privilegiada a quienes eran concebidos exclusivamente con la sangre de la familia.
Sin embargo, los Giovanni no se limitaron al incesto en sus perversiones. La
familia se volvió tan decadente que casi cualquier desviación era aceptada con
entusiasmo: necrófilos, coprófilos, violadores, drogadictos, pedófilos, sádicos cultistas
herejes, sodomitas, zoófitos, fetichistas, asesinos y pervertidos de toda clase.
Irónicamente estos perversos comportamientos permitieron un desarrollo de los ritos y
actividades nigrománticas, pues hacían que los espíritus de los muertos fuesen más
fáciles de manipular.

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